En el momento que decidimos entregarnos y ser de Cristo nos transformamos y somos renovados, las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas (2 Corintios 5:17)
- Yo soy la sal de la tierra. (Mateo 5:13)
- Yo soy la luz del mundo. (Mateo 5:14)
- Yo soy un hijo de Dios. (Juan 1:12)
- Yo soy coheredero de Cristo y comparto su legado con Él. (Romanos 8:17)
- Yo soy amigo de Cristo. (Juan 15:15)
- Yo soy templo de Dios. (1 Corintios 5:17)
- Yo soy una nueva creación. (2 Corintios 1:2)
- Yo soy un santo. (Efesios 1:1 - 1 Corintios 1:2)
- Yo soy ciudadano del cielo. (Filipenses 3:20 - Efesios 2:6)
- Yo soy miembro del linaje escogido del Real sacerdocio de la Nación Santa, del pueblo adquirido por Dios. (1 Pedro 2:9,10)
- Yo soy un enemigo del diablo. (1 Pedro 5:8)
- Yo soy nacido de Dios y el diablo no puede tocarme. (1 Juan 5:18)
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