viernes, 18 de marzo de 2016

¿Por qué a mi?

Estoy segura que mas de uno se ha hecho esta simple pregunta: ¿por qué a mi?, bueno me encantaría tener la respuesta pero lastimosamente no la tengo, es difícil para el ser humano aceptar ciertas situaciones sobretodo cuando creemos que no las merecemos. Hace casi dos años sufrí la pérdida de mi abuelita, ella era una mujer de carácter fuerte, muy querida por todos, testaruda y con un corazón inmenso, había tenido problemas del corazón toda su vida y eso le causó grandes complicaciones, recuerdo haber ido a visitarla una mañana a la clínica, ese día no pude subir a verla ya que estaba copado el número de visitas, me quede hablando con un familiar de lo "trágico " de esos días pues no sólo era mi abuela quien estaba enferma, unos días antes había fallecido el bebé recién nacido de una muy querida prima, mientras comentábamos lo doloroso de la situación surgió aquella pregunta: "¿por qué a mi? Esta persona me dijo que era una pregunta incorrecta que lo correcto seria preguntarle a Dios: ¿para qué? Pero creo que es difícil pensar así cuando el dolor invade tu alma, reflexionando comprendí que todo tiene un propósito divino, que todo tiene una razón de ser y que nada pasa porque si, unos días después mi abuelita falleció, fue el dolor más grande que  pude haber sentido hasta ese momento, pero me llenaba de felicidad recordar que ella fue quien estuvo conmigo en cada momento de lo que había vivido, y que hasta lo poco que se cocinar se lo debo a ella. Unos meses después terminamos nuevamente en una clínica, esta vez era mi papá, un hombre que cometió muchos errores, pero que se había arrepentido de ellos y decidió acercarse mas a Cristo, en ese momento surgió nuevamente aquella pregunta: ¿por qué a mi? Me parecería injusto que esto pasara nuevamente, no soportaba la idea de perder otro ser querido, fue entonces cuando en un pasillo me tropecé con un hombre que lloraba desconsoladamente nunca nos habíamos visto, pero en mi corazón sentía que el necesitaba de mi, me le acerque y le dije varias cosas que no puedo recordar, entre ellas que pidiera fortaleza y consuelo a Dios que Él se lo daría y le insistí en que por muy duro que fuera el Señor estaba trabajando en su debilidad, que este momento tan penoso por el cual atravesaba iba a ser utilizado por Dios para hacer de el un mejor hombre, que aquella tormenta terminaría pronto, el lloraba y me daba las gracias por alentarlo, fue entonces cuando aquella pregunta fue respondida yo debía estar en ese lugar, para encontrarme con aquel hombre y consolarlo de parte de Dios.
No puedo negar que esas dos situaciones me ayudaron a crecer como persona, aprendí que el plan de Dios es perfecto y que cada una de las piezas encaja perfectamente, no se cual sea el momento por el que pasas pero déjame decirte que Dios te sacará de ahí, Él secará tus lágrimas y convertida tu lamento en baile, saldrás victorioso y mejor aún transformado; cada cosa, cada persona que llega a tu vida es porque Él la ha llevado ahí para enseñarte y moldearte.
Hoy te invito a preguntar más ¿para qué? Y a creer que en medio de todo Dios tiene el control, muchas veces obra de maneras misteriosas, pero siempre a nuestro favor.

1 comentario:

Unknown dijo...

Lindas palabras nena y Tienes mucha razón en lo que dices, realmente Dios es tan pero tan perfecto que hay que que agradecerle por cada alegría y tristeza que nos da, porque si el permite cada cosa es por un propósito para nuestras vida.

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